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Permanecimos un rato abrazados, en silencio. Pensé entonces que la felicidad está hecha de retazos de vida en los que el tiempo se detiene para mostrarnos la plenitud que nos rodea. Al compás de sus latidos, la tarde me regaló la paz que llevaba buscando tanto tiempo y que necesitaba más que nunca para conciliar el sueño con sosiego esa noche...
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Tuerto, maldito y enamorado. Rosa Huertas.
Permanecimos un rato abrazados, en silencio. Pensé entonces que la felicidad está hecha de retazos de vida en los que el tiempo se detiene para mostrarnos la plenitud que nos rodea. Al compás de sus latidos, la tarde me regaló la paz que llevaba buscando tanto tiempo y que necesitaba más que nunca para conciliar el sueño con sosiego esa noche...
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Tuerto, maldito y enamorado. Rosa Huertas.
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