Días contradictorios.
Días en los que te levantas estando por las nubes, con una gran sonrisa en la cara y llena de esperanza y alegría, y que de repente caes desde el cielo en picado hasta el subsuelo, y tu mente se llena de agobio y desesperación, y solo puedes sentirte una gran fracasada.
Entonces, la única solución es echarte a llorar, desahogarte, pegarle un par de puñetazos al desgraciado peluche más cercano, y tragarte todo el orgullo soltándoselo todo a alguien.
Eso es lo único bueno de esos momentos: que te das cuenta de quién realmente te entiende, te aguanta y te quiere.
Y entonces, cuando alguien te anima y te dice lo mucho que vales, es cuando vuelves a ver un pequeño rayo de esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario